¿Es peligroso un ataque de ansiedad? Respuestas claras y consejos.
Los ataques de ansiedad pueden dar mucho miedo. Sentir que puedes volverte loco o que te ocurrirá algo terrible no es agradable para nadie. Muchos pacientes acuden a mi preguntándose si es peligroso un ataque de ansiedad y con muchos miedos.
Por ese motivo, he decidido responderte con detalle en este artículo.
¿Es peligroso un ataque de ansiedad?
La respuesta corta es no.
Un ataque de ansiedad no es peligroso de por sí. Se trata de una señal de alarma del cuerpo, cuya función es protegerte y que viene acompañada de síntomas (agitación, pánico, sudoración, pensamiento acelerado…) que pueden ser muy desagradables. Sin embargo, ninguno tiene el potencial de hacerte daño. Imagina un sistema de alarma que también quemase toda tu casa. No tendría sentido, ni estaría cumpliendo la función de salvarte la vida.
Nadie ha muerto por tener un ataque de ansiedad, aunque sufrir de ansiedad constante puede ser de lo más angustiante. El miedo no tiene el poder de causarte un daño físico. Pero el estrés y el malestar sostenidos en el tiempo pueden tener efectos muy graves en la salud.
Quédate a leer el artículo para entenderlo mejor.
¿Se puede morir de un ataque de ansiedad?
Que ocurra esto es muy complicado.
Para empezar, tendría que existir una condición médica preexistente (en cuyo caso, los ataques de ansiedad serían el menor problema). El cuerpo humano es sorprendentemente resistente. Como ejemplo tienes a la cantidad enorme de gente que maltrata a diario su cuerpo (alcohol, drogas, tabaco…) y no ven sus efectos hasta muchos años después.
Así que no, es muy improbable morir a causa de un ataque de ansiedad. Yo me preocuparía de no beber cuando conduzco, tener un estilo de vida más saludable o mirar a ambos lados de la carretera cuando cruzo la calle. Todas estas son causas de muerte infinitamente más probables que esta.
¿Qué ocurre durante un ataque de ansiedad?
Cuando tenemos un ataque de ansiedad ocurren varias cosas: nuestro sistema nervioso se prepara la acción. Eso quiere decir que comienza a bombear sangre con más intensidad, se acelera el corazón, prepara los músculos para la huida… La sensación general es de miedo o ganas de huir corriendo. Pueden aparecer sudoración, palpitaciones, escalofríos, temblores… Y todo esto puede ir acompañado de sensación de pánico, descontrol, irrealidad o miedo a volverte loco. Es decir, tu cuerpo entra en un estado de pánico absoluto donde desea escapar de la situación actual.
Por tanto, el pánico no es más que una reacción extrema de miedo, relacionada con un evento que consideramos peligroso.
Por ejemplo, imagina que el ala del avión en el que vas montado se desprende. Ese escalofrío intenso que sientes nada más imaginarlo, es el principio del pánico. Un miedo muy intenso y visceral que se apodera de tu mente y de tu cuerpo.
Durante un ataque de pánico, puedes sentir cosas como estas:
- El corazón te late a mil por hora.
- Tienes la sensación de estar ahogándote.
- Tienes miedo a morir o perder el control de tu cuerpo.
- Tienes miedo de enloquecer.
- Todo tu cuerpo reacciona de manera extrema.
Como ves, el ataque de pánico es un trastorno de lo más peculiar. Las sensaciones del miedo nos indican que hay algo de lo que debemos escapar. El problema es que las alarmas están en nuestro propio cuerpo. Esto genera un círculo vicioso del que resulta muy difícil escapar.
¿Qué es lo peor que me puede pasar por un ataque de ansiedad?
En concreto… NADA. Por lo menos, nada grave.
Es casi imposible que un ataque de pánico te pueda provocar la muerte. Lo que ocurre es, es que tu cuerpo malinterpreta las señales internas y externas de peligro, confundiéndolas con un peligro de muerte para ti. Es decir, tu cuerpo está respondiendo a posibles sensaciones internas (un temblor, una leve aceleración del corazón…) o a una imagen (te has visualizado perdiendo el trabajo o siendo engañado por tu pareja…) y esto ha desatado las mismas sensaciones que si estuvieras ante un peligro de muerte inminente.
Algunas de las peores cosas que podrían sucederte por culpa de un ataque de pánico son:
- Ponerte muy alterado o nervioso, no queriendo que nadie se acerque a ti.
- Tener la sensación de que te vuelves loco o estás perdiendo el control (aunque ninguna de ellas llega a suceder).
- Sentir taquicardia (que el corazón te lata muy rápido, algo similar a cuando corres rápido).
- Que hiperventiles y tengas la sensación de ahogarte (aunque esto tampoco llegue a pasar, ya que si estás hiperventilando, estás respirando, aunque muy rápido).
Todos estos fenómenos son muy desagradables, dan miedo y nos hacen sentir vulnerables. Sin embargo, todos ellos son temporales (remiten al cabo de unos minutos) y nunca llegan a tener las consecuencias graves que imaginamos.
Esto es así, porque si te fijas bien, aunque hayas tenido varios ataques de pánico (y hayas terminado en urgencias por alguno), ninguno ha terminado por causar que pierdas el control de manera definitiva.
La peor consecuencia de un ataque de pánico es pasar un mal rato.
Porqué tu cuerpo cree que es peligroso un ataque de ansiedad
Como hemos dicho, tu cuerpo ha detectado un peligro. Da igual si este es real o ha sido culpa de un pensamiento. A partir de ese momento, nuestro cerebro despliega las mismas sensaciones que si estuviéramos en un peligro inminente.
Lo que no es tan real, es el peligro que conllevan estas reacciones.
Piensa en ello como una alarma. Cuando entrar a robar en tu casa, quieres que esa alarma suene bien fuerte para poder defenderte de los atracadores. El problema es que esa alarma está mal configurada, así que salta por igual si se trata del perro, tu vecina con un bizcocho de chocolate o el cartero.
Cuando reaccionamos ante el pánico con más miedo, le damos la información incorrecta a esa alarma, que comienza a activarse en cualquier momento del día. Aunque estés viendo Netflix, con tus calcetines de invierno y un bol de palomitas.
Tienes que aprender a reconfigurarla.
¿Y qué puedo hacer para afrontar un ataque de ansiedad?
Para empezar, tienes que dejar de alimentar al miedo.
Si tratas de evitar todas las situaciones donde puedas sufrir un ataque de pánico, estás configurando mal esa alarma. Le das más datos con los que jugar… y no a tu favor.
Arreglar esto no es fácil. Y ningún tutorial de YouTube (ni artículo de blog, ya puestos) puede solucionarlo de forma mágica. Lo mejor es ponerte en manos de un profesional que te de las herramientas adecuadas para tu caso.
¿ Quién puede ayudarme a superar mis ataques de ansiedad?
Sin duda alguna, un psicólogo.
La medicación te deja tonto como un zombi, pero no soluciona el problema. Además, contribuye a cronificar el problema, ya que hace a la persona dependiente de algo externo para encontrarse bien.
Si estás cansado de combatir con la ansiedad y el pánico, me gustaría ayudarte. Llevo años atendiendo de manera Online a casos como el tuyo. La mayoría solucionan sus miedos en pocas sesiones y adquieren un aprendizaje que dura toda la vida.
Si quieres saber más sobre mi terapia online, puedes entrar en este enlace.
Lo peor que puede ocurrir es que sigas en la misma situación. Como me decía uno de mis pacientes «yo invito a la gente a que lo pruebe. Pierdes poco por la posibilidad de ganar muchísimo en tu calidad de vida«. Esto venía de un paciente que pensaba que jamás iba a librarse de sus preocupaciones y ya no ha vuelto a llamarme desde que terminamos.
Si quieres ayuda, estoy a un clic de distancia.